Aroma silencioso de verdades eternas,
Calladas expresiones de vacía belleza.
Reverberan en mi cara los pedazos de deseo,
y desgarran piadosos,mi lujuria y desapego.
Quien quiere morir, aguarda dichoso a la parca.
Quien no sabe del dolor,sufre siempre la desidia,
de saber que no ha vivido,de no sentir la agonía.
Quiero ser quien no recuerda,el que llora,el que grita.
El alba amanece desierta, las nubes esconden el día.
Las calles lloran asfalto,los hombres exhudan ceniza,
El rincon de la memoria, se llena de grises visiones,
de cuando no veia la luna,de cuando era yo el que sufría.
Llena siempre la tristeza, de canciones de amor e ira.
Recordarás siempre dichoso, que un día fuiste piadoso,
mientras amabas en carne viva.Hoy, simplemente eres nada,
Con tu alma acenagada, con tu habitación vacía.
Joder, Paco, qué callado te lo tenías... ¡pero si eres todo un poeta! ¿Qué dicen tus amigos Tolkinianos de ésta faceta tuya?
ResponderEliminarUn placer, compañero, compartir la orilla de tu pequeño mar.
pues un poema lindo, triste y a la vez romántico, llegue de casualidad en búsqueda de la botella, abrazos
ResponderEliminar